El Caso de Anissa, Morgan y Slenderman

El 31 de mayo de 2014, en una tranquila ciudad de Wisconsin, Estados Unidos, ocurrió un crimen que sacudió al mundo entero. No fue un asesinato común, ni uno relacionado con pandillas o ajustes de cuentas. Fue un ataque perpetrado por dos niñas de 12 años que, engañadas por las sombras de internet y el mito de una figura ficticia llamada Slender Man, decidieron apuñalar a su amiga de la infancia, Payton Leutner, como sacrificio. Este incidente no solo impactó a la pequeña comunidad de Waukesha, sino que puso en el centro de atención los peligros de las historias de terror en línea y el frágil equilibrio entre realidad y fantasía en las mentes de los jóvenes.

*Contexto:*

Slender Man es un personaje ficticio que surgió de una *creepypasta*—historias de terror compartidas en foros de internet. Descrito como una figura alta, delgada, sin rostro y con tentáculos oscuros, Slender Man se convirtió en un fenómeno viral, inspirando fanfiction, videojuegos y memes. La historia de este personaje involucra el secuestro de niños y el acecho de aquellos que caen bajo su influencia. Aunque Slender Man es puramente ficticio, para Morgan Geyser y Anissa Weier, su existencia era tan real como cualquier otro aspecto de sus vidas.

Morgan Geyser era una niña brillante pero con signos tempranos de trastornos mentales no diagnosticados. Desde pequeña, desarrolló una fascinación por Slender Man, llegando a creer que él era una figura real. Con el tiempo, convenció a su amiga Anissa de esta misma creencia, y juntas planearon lo que sería un sacrificio humano para convertirse en "sirvientes" del enigmático personaje. Ambas estaban convencidas de que, al matar a su amiga Payton, Slender Man las llevaría a vivir con él en su mansión en el bosque.

*El día del ataque:*

El ataque sucedió durante lo que parecía ser una inocente pijamada. Las tres niñas se reunieron para celebrar el cumpleaños número 12 de Morgan. El plan original era matar a Payton mientras dormía, pero las niñas se sintieron incapaces de hacerlo en ese momento. En cambio, decidieron llevar a cabo el ataque en un parque cercano, un lugar donde sabían que podían estar solas y lejos de miradas indiscretas. Cuando llegaron al bosque, Morgan apuñaló a Payton 19 veces con un cuchillo de cocina que había traído consigo.

A pesar de las heridas graves —que afectaron el corazón, el estómago, y varios órganos vitales—, Payton logró arrastrarse hasta un camino donde fue encontrada por un ciclista que rápidamente llamó a los servicios de emergencia. Las probabilidades estaban en su contra, pero Payton sobrevivió gracias a una cirugía de emergencia. 

*La captura de las niñas:*

Mientras Payton luchaba por su vida, Morgan y Anissa se alejaban del parque, caminando hacia el bosque, convencidas de que encontrarían la mansión de Slender Man. No llegaron lejos. Las dos fueron capturadas horas más tarde, con manchas de sangre en la ropa y aún en posesión del cuchillo.

Durante los interrogatorios, ambas niñas confesaron lo que habían hecho. Morgan, en particular, parecía no mostrar remordimiento inmediato, afirmando que lo había hecho para proteger a su familia del supuesto poder de Slender Man. Anissa, por su parte, parecía más confundida y asustada, convencida de que no había tenido otra opción más que seguir a su amiga en este trágico plan.

*El juicio:*

Aunque las dos tenían solo 12 años, debido a la gravedad del crimen, fueron juzgadas como adultas. El caso se volvió increíblemente complicado, ya que los abogados defensores argumentaron que ambas niñas, pero especialmente Morgan, sufrían de problemas de salud mental. Morgan fue diagnosticada con esquizofrenia, una enfermedad mental que distorsionaba su percepción de la realidad, haciéndola creer firmemente en la existencia de Slender Man. Anissa, aunque no tenía un diagnóstico tan severo, fue descrita como fácilmente influenciable y atrapada en la psicosis de su amiga.

Durante el juicio, los testimonios revelaron detalles espeluznantes de la planificación del ataque. Las niñas habían estado preparando todo durante meses, convencidas de que este sacrificio era la única manera de salvarse de las amenazas de Slender Man. El tribunal se enfrentó a la difícil tarea de equilibrar el castigo con el tratamiento necesario para sus problemas mentales.

En 2017, Anissa Weier fue sentenciada a 25 años en una institución psiquiátrica después de ser declarada culpable de complicidad en el intento de asesinato. Morgan Geyser, por su parte, fue condenada a 40 años en una institución similar tras declararse culpable de intento de homicidio. Ambas recibirían tratamiento psiquiátrico intensivo, y sus casos serían revisados periódicamente para evaluar su estado de salud mental.

*Impacto en la sociedad:*

El caso de Slender Man generó un intenso debate sobre la influencia de internet en los jóvenes. Muchos se preguntaron cómo dos niñas pudieron ser tan profundamente afectadas por una historia ficticia. La *creepypasta* de Slender Man, que había comenzado como un simple relato de terror en línea, se transformó en una historia que muchos temían había salido de control.

El caso también puso de relieve la importancia de la salud mental en los niños. Morgan había mostrado signos de esquizofrenia desde una edad temprana, pero no fue diagnosticada hasta después del crimen. La tragedia podría haber sido evitada si se hubieran abordado estos problemas a tiempo. A su vez, el papel de los padres y las escuelas en monitorear el comportamiento de los jóvenes en línea fue un tema de discusión nacional.

*Conclusión:*

La historia de Anissa Weier y Morgan Geyser es una mezcla perturbadora de la vulnerabilidad juvenil, la influencia oscura de internet y las consecuencias devastadoras de la enfermedad mental no tratada. Aunque Payton Leutner sobrevivió al ataque, el trauma emocional y físico dejó cicatrices profundas que la acompañarán el resto de su vida. Mientras tanto, las niñas responsables del ataque pasarán gran parte de sus vidas en tratamiento psiquiátrico, pagando por las consecuencias de un crimen que fue tanto una tragedia personal como un reflejo sombrío de nuestra era digital.

Este caso nos recuerda que la realidad y la fantasía a veces se confunden de maneras peligrosas. Las historias que circulan en internet pueden parecer inofensivas, pero para las mentes vulnerables, pueden ser una puerta hacia el horror. La historia de Anissa, Morgan y Payton es una advertencia sobre el poder de las creencias distorsionadas y la importancia de brindar apoyo a aquellos que lo necesitan antes de que sea demasiado tarde.