Donald Shrum: "El Hombre que Sobrevivió al Intento de Abducción"
Imagina una noche helada, sin luna, solo el murmullo del bosque y el eco de tu respiración.
Era septiembre de 1964… en los bosques de Cisco Grove, California.
Un cazador solitario... un hombre corriente, perdido entre los pinos.
Pero esa noche, algo bajó del cielo.
Y lo que vio...
lo cambió todo.
Su nombre era Donald Shrum.
Su historia… es una de las más escalofriantes y olvidadas del fenómeno OVNI.
Una historia de luces, máquinas, y visitantes metálicos que lo rodearon hasta el amanecer.
Hoy, te contaré el encuentro del cazador y los robots del bosque.
Y tal vez, cuando terminemos… empieces a mirar el cielo con otros ojos.
EL HOMBRE Y EL EXTRAÑO EVENTO
Donald “Don” Shrum no era ningún loco.
Era un tipo común: trabajador de la compañía Aerojet, en Sacramento.
Amaba cazar, acampar, perderse en el silencio de la naturaleza.
Esa tarde de septiembre, salió con dos amigos a una cacería con arco en las montañas de Cisco Grove.
Pero, al caer la tarde, se separó del grupo.
El bosque es un laberinto de sombras… y pronto se dio cuenta de que estaba completamente solo.
Decidió escalar un árbol para pasar la noche —una práctica común para evitar animales salvajes— y esperar la luz del amanecer.
Pero lo que no sabía…
es que esa noche, él sería la presa.
Mientras intentaba dormir, vio una luz en el cielo.
Primero pensó que era un helicóptero de rescate.
Pero la luz... no hacía ruido.
Solo flotaba.
Y luego… empezó a descender.
LA EXTRAÑA APARICIÓN
La luz se acercó.
Y Don vio que no era ningún helicóptero.
Era algo metálico, grande, con una forma que describiría años después como cilíndrica.
De su parte inferior, salía un brillo azul que iluminaba el bosque entero.
Don encendió tres pequeñas fogatas, intentando hacer señales.
Pero entonces…
la nave soltó algo.
Un objeto más pequeño, como una cápsula, descendió lentamente hasta posarse entre los árboles.
Y de ahí…
salieron tres figuras.
Dos parecían humanoides.
Llevaban trajes metálicos, cascos ajustados, y se movían con precisión casi mecánica.
El tercero... era distinto.
Un ser metálico, rígido, con ojos que brillaban como faros rojos.
Un robot.
Don observaba desde lo alto del árbol, paralizado.
Los seres miraban alrededor…
como buscando algo.
Uno de ellos levantó la vista.
Y lo vio.
EL ASEDIO NOCTURNO
Don apretó su arco.
Sabía que no tenía escapatoria.
Y cuando la figura se acercó demasiado, disparó.
La flecha impactó… y algo chispeó.
El robot, o lo que fuera, retrocedió tambaleándose, como si una corriente lo atravesara.
Los otros dos seres se movieron con rapidez, comunicándose con destellos de luz.
Fue entonces cuando comenzó el ataque químico.
De entre los árboles, el robot lanzó una especie de niebla.
Don sintió un olor extraño… y todo a su alrededor se volvió borroso.
Empezó a marearse.
Trepa más alto.
Se amarra con su cinturón.
Dispara otra flecha.
El robot vuelve a lanzar gas.
Don cae inconsciente…
despierta minutos después, aún en el árbol.
Y los seres seguían ahí.
Esperando.
Rodeando.
Durante toda la noche, Don luchó por mantenerse con vida.
Encendía fósforos, gritaba, lanzaba ramas.
Cada vez que se dormía, una nueva descarga o luz lo hacía despertar.
Hasta que, finalmente… la luz desapareció.
Y con ella, los visitantes.
LA INVESTIGACIÓN MILITAR
Al día siguiente, sus amigos lo encontraron exhausto, quemado y temblando.
Contó lo sucedido.
Y pronto, la historia llegó a oídos de las autoridades.
Según varios reportes —entre ellos el libro Aliens in the Forest—, oficiales de la Fuerza Aérea habrían viajado desde la Base Aérea Wright-Patterson, en Ohio, para entrevistarlo.
El caso fue clasificado como “encuentro cercano con entidades no identificadas”.
¿Por qué mandar investigadores de la base más secreta del país… por el testimonio de un solo cazador?
Los oficiales midieron el terreno.
Tomaron muestras.
Se registraron marcas de quemaduras en el suelo y ramas quebradas a varios metros de altura.
Y luego, se fueron.
Sin dar explicaciones.
Sin dejar rastro.
Años más tarde, Shrum diría:
“Me hicieron firmar papeles.
Me pidieron que no hablara con nadie más.”
TESTIMONIOS Y REVELACIONES
Décadas después, Shrum finalmente rompió el silencio.
Publicó su testimonio en el libro Aliens in the Forest.
Dijo que lo que vio no fue sueño, ni alucinación.
Fue real.
“Si lo que vio Don era real”, escribió un analista,
“entonces fue el primer encuentro con tecnología no biológica extraterrestre en territorio estadounidense.”
Un robot del espacio.
En 1964.
Años antes de que la palabra “dron” siquiera existiera.
EL ROBOT Y SU PROPÓSITO
Los reportes de Shrum describen al robot como metálico, plateado, sin rostro humano, con ojos incandescentes.
Se movía con precisión matemática.
No hablaba.
Solo emitía sonidos eléctricos.
¿Era una máquina enviada para recolectar muestras?
¿Un guardián?
¿Un instrumento de observación?
Algunos ufólogos creen que los robots eran parte de una misión de vigilancia biológica.
Otros, que eran drones de captura enviados a probar reacciones humanas.
Y hay quienes dicen que esos robots todavía aparecen, en zonas boscosas, con los mismos destellos metálicos.
Y cada vez que ocurre… el ejército siempre llega primero.
TEORÍAS DE CONSPIRACIÓN
A lo largo de los años, el caso Shrum se ha convertido en terreno fértil para conspiraciones.
Y Estas son las principales:
1: Misión extraterrestre de reconocimiento.
Los visitantes estarían catalogando la fauna humana.
Shrum fue un testigo accidental.
Un intruso en su propio bosque.
2: Operación militar secreta.
Algunos creen que el robot era tecnología terrestre, un experimento militar.
Tal vez un prototipo de androide.
Y que Shrum simplemente “vio demasiado”.
3: Programa conjunto humano-extraterrestre.
Teóricos aseguran que la presencia de militares poco después del evento no fue casualidad.
Shrum habría sido testigo de una colaboración encubierta.
4: Recolección genética o estudio conductual.
El gas, las luces, los intentos de inmovilizarlo… todo encajaría con un protocolo de recolección de muestras biológicas.
5: Advertencia silenciosa.
Algunos contactados posteriores afirmaron que el encuentro de Shrum fue una “demostración controlada”.
Una advertencia.
Una manera de decirnos:
“Estamos aquí.
Te observamos.
Pero no interfieras.”
LOS DOCUMENTOS Y EL SILENCIO
No hay archivos desclasificados que digan textualmente “robots extraterrestres confirmados”.
Pero sí existen registros de investigaciones realizadas por la Fuerza Aérea, y notas de campo citadas en Aliens in the Forest.
Y hay algo más…
En los archivos de Wright-Patterson AFB se han encontrado numeraciones borradas, expedientes con fecha 1964 marcados como “inconclusos”.
“¿Qué fue lo que realmente recuperaron en Cisco Grove?”
Nadie lo sabe.
O… nadie lo dice.
EL LEGADO
Cuando el sol salió, Don Shrum seguía vivo.
Pero nunca volvió a ser el mismo.
Hasta el final de su vida, sostuvo su historia.
Nunca pidió fama.
Nunca cambió su versión.
Y cuando le preguntaban si alguna vez volvió a ir de cacería…
respondía con una sonrisa cansada:
“No… ya no necesito mirar por el visor.
Ahora… miro al cielo.”





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