La desaparición de Michael Rockefeller
Las autoridades coloniales holandesas en lo que ahora es Indonesia habían restringido el acceso a la región remota en Papúa, Nueva Guinea en la región donde viven los Asmat, una tribu alejada totalmente de la civilización debido a su potencial como sitio para el cultivo comercial. El aislamiento llevó a los funcionarios holandeses a declararlo territorio "prohibido", y el área estaba prácticamente cerrada a los forasteros.
Este aislamiento también lo convirtió en el lugar perfecto para que un estadounidense joven y aventurero desapareciera sin dejar rastro. Y eso es exactamente lo que sucedió cuando el hijo de Nelson Rockefeller desapareció durante una expedición por la región.
Quién fue Michael Clark Rockefeller? Fue el quinto hijo del gobernador de Nueva York y después vicepresidente de Estados Unidos de América Nelson Rockefeller. También era bisnieto de John Davison Rockefeller, uno de los cofundadores de Standard Oil.
Michael, graduado de Harvard, estaba de viaje en Papúa, Nueva Guinea, en Indonesia. Fue allí para coleccionar arte primitivo y tomar fotografías de la gente de la tribu Asmat.
Los Asmat como se le conoce a la región y a la gente de esta etnia, eran conocidos por el arte del tallado de madera y así mismo su arte era muy codiciado por coleccionistas de todo el mundo, parte de la zona está incluida en el parque nacional de Lorentz considerado patrimonio de la humanidad.
El 17 de noviembre de 1961, Michael Rockefeller, René Wassing (un antropólogo holandés) y dos guías locales estaban aproximadamente a unos 5 kilómetros de la orilla cuando su bote se accidentó y quedaron varados a pocos kilómetros de la orilla antes de poder llegar a la próxima aldea que visitarian.
Con la embarcación a la deriva y semihundida, los dos guías se tiraron al agua inmediatamente para ir a buscar ayuda.
Pero las horas transcurrieron, pasó la noche y no había noticias del rescate.
La mañana siguiente, harto de esperar y sabiendo que su colega Wassing no sabía nadar, Michael decidió tomar las riendas del asunto.
Tomó de la nave dos bidones de gasolina vacíos, los ató a su cinturón para hacer un improvisado flotador y se lanzó al agua. Wassing quiso convencerlo de que se quedara un rato más, y de que no era necesario ese acto de arrojo irresponsable, pero el heredero de los Rockefeller se sentía confiado y se lanzó al agua.
Horas después, los guías nativos regresaron al bote accidentado con la ayuda necesaria. Wassing fue rescatado, pero de Michael no se supo nada más.
Según algunos informes, Rockefeller se ahogó después de intentar nadar hasta la orilla desde su bote volcado otro informe decía que había sido devorado por tiburones pero este último no era tan posible ya que no había registros de ataques en la región.
Inmediatamente la noticia de la desaparición del joven Rockefeller conmovió al mundo. El entonces gobernador de Nueva York y padre de Michael asistió al lugar junto a Mary, la hermana melliza del desaparecido.
Removieron, casi literalmente, cielo, mar, pantanos y tierra de la zona para hallar al joven, una búsqueda de dos semanas que incluyó helicópteros, barcos, aviones y miles de personas, no se pudo encontrar a Rockefeller, solo encontraron los bidones de gasolina que había utilizado Michael para lanzarse a la costa.
Fue la busqueda más grande jamás lanzada en el Pacífico Sur.
Desde que Michael Rockefeller, de 23 años, desapareció en los rincones más remotos del planeta, los rumores se arremolinaron sobre su destino. Dio lugar a muchas teorías de conspiración, incluida una en la que supuestamente los caníbales lo mataron y se lo comieron en busca de venganza contra los hombres blancos por un ataque holandés a su aldea.
Fue el periodista estadounidense especializado en tribus de Nueva Guinea, Carl Hoffman, el que se hizo cargo de darle consistencia a estas teorías sobre el canibalismo sufrido por el joven heredero, en su libro.
Hoffman relata, en base a testimonios de religiosos y personas que vivieron con los Asmat en tiempos de la desaparición de Michael, lo que pudo sucederle al hijo menor de Nelson Rockefeller.
En primer lugar, el periodista señaló que los Asmat tenían una relación ancestralmente violenta con las tribus próximas, que incluía la caza de cabezas y el canibalismo. Si bien el comer personas no era una costumbre cotidiana en este grupo, era algo que realizaban ritualmente en ocasiones especiales.
Por ejemplo, ellos concebían que la muerte de alguno de sus miembros debía ser cobrada tomando la vida de un enemigo y luego alimentándose de su cuerpo.
Solo así se restablece un equilibrio necesario, según sus creencias, para la supervivencia de la tribu.
Michael habría llegado justamente a las costas donde vivían estas tribus en el momento menos indicado.
Según lo que narró Hoffman en su libro, el hijo de Nelson Rockefeller había arribado ese 19 de noviembre de 1961 al dominio de los Asmats para que ellos restablecieran el equilibrio entre la vida y la muerte que habían roto con sus armas los uniformados holandeses. Los salvajes ejercieron con Michael, su particular concepto del "ojo por ojo".
"El mundo de los Asmat estaba desequilibrado cuando Michael apareció en la orilla".
Hoffman reconstruyó su muerte.
Los nativos encontraron exhausto a Michael sobre la costa, lo rodearon, un anciano tribal llamado Pep asestó el primer golpe.
“Aulló y arqueó la espalda y clavó su lanza en las costillas Michael Rockeffeler.
“Michael gritó, gimió con un sonido profundo e inhumano mientras moría lentamente.
Luego comenzaron el proceso de canibalismo.
Lo habían hecho docenas de veces siguiendo reglas sagradas. Estaban a punto de tomar su poder, convertirse en él”.
En esta misma teoría del canibalismo sobre Michael Rockfeller, y mucho antes de la publicación del libro de Hoffman, existió un documental realizado por History Channel que de acuerdo con el, la propia madre del joven, Mary Clark, separada ya de Nelson Rockefeller poco tiempo después de la pérdida de su hijo, habría encargado a un detective privado que buscará pistas de la verdadera causa de su muerte.
Esto ocurrió a finales de los años 70. El investigador privado, de origen australiano, recibió un cuarto de millón de dólares por su trabajo, se trasladó a Papúa, intercambió mercancías con los nativos y se trajo de allí tres calaveras de víctimas de rituales Asmat. La versión que circuló entonces, pero que nunca pasó de ser un mito urbano, fue que una de esos tres cráneos era el que correspondía a Michael. Pero la familia Rockefeller jamás dio la mínima información en ese sentido.
La siguiente teoría fue casi 8 años después, se encontró una grabación en la que, entre las filas masivas de miembros de la tribu cazadores de cabezas de piel oscura que se dirigían a la curva de un río de Nueva Guinea, se podía ver a un hombre de piel blanca desnudo y con barba. Su cara está parcialmente cubierta con pintura de guerra mientras remaba furiosamente.
La aparición de una cara blanca entre una multitud de caníbales papúes sería asombrosa en el mejor de los casos. Pero en las circunstancias en las que se filmó este metraje, es potencialmente muy intrigante pero impresionante.
De manera tentadora, las imágenes de la película extrañamente desenterradas del misterioso piragüista blanco sugieren una posibilidad asombrosa. En lugar de ser asesinado y comido, tal vez rechazaría al estadounidense educado en Harvard, su pasado civilizado y se unió a una tribu de caníbales.
Los escépticos dicen que si la tribu caníbal lo encontrara, se lo habrían comido.
Michael Rockefeller fue declarado legalmente muerto tres años después de su desaparición, en 1964.
El misterio de la desaparición de Rockefeller ha intrigado a la gente durante décadas y todavía no hay una respuesta definitiva. Sin embargo, la teoría de que se unió a una tribu caníbal proporciona una lente interesante a través de la cual ver su historia. Pase lo que pase con Michael Rockefeller, su desaparición sigue siendo uno de los misterios más fascinantes de nuestro tiempo.
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